viernes, 20 de abril de 2012

Animales y plantas que habitan en Ecosistemas Fríos

Hace frío en las alturas porque el aire está más enrarecido, hay menos partículas, y por lo tanto menos choques entre partículas que es lo que en realidad produce calor; los rayos solares agitan las partículas y éstas chocan entre sí: esto produce calor.
Los animales de sangre fría toleran grandes variaciones de temperatura interior; con frecuencia, cuando están al sol recibiendo calor, su temperatura supera la de los animales de “sangre caliente”; pero en cambio no son capaces de resistir las temperaturas muy bajas, a 4 °C sus nervios son incapaces de funcionar, después de unos momentos, mueren. Las aves y los mamíferos resisten mucho mejor las bajas temperaturas, pero en cambio incurren en gastos energéticos mayores: un hombre gasta la mitad de lo que ingiere sólo en mantener su cuerpo caliente.
liquenEl liquen es el único ser viviente capaz resistir los fríos más extremos; es en realidad el último ser vivo que se encuentra cuando se avanza hacia temperaturas cada vez más bajas; el liquen es una asociación entre una alga y un hongo; los hongos secretan sustancias que adhieren firmemente al conjunto sobre las rocas o los troncos y las ramas, a la vez que es capaz de sintetizar ciertas sustancias químicas a partir de los minerales que son luego ingeridas por las algas; el “marco esponjoso” de los hongos absorbe humedad ambiental; las algas toman minerales, aire, luz y agua para transformarlos en alimentos para ellas mismas y los hongos. Aunque se reproducen separadamente, las siguientes generaciones deben volver a unirse. A veces la unión no es tan amistosa y los hongos terminan consumiendo a las algas. Las algas pueden vivir sin los hongos, mientras que los hongos son totalmente dependientes. Los líquenes crecen lentamente, pero aún más lentamente cuando están en un medio frío. En las alturas, a veces hay un solo día en que el liquen puede crecer, tardan sesenta años en cubrir un cm2.
La nieve también alberga vida; en ciertas regiones altas y nevadas se puede hallar una nieve rosada, donde viven un sinnúmero de organismos unicelulares: algas. Tienen el verde de la fotosíntesis pero es enmascarado por un pigmento rojo que las protege de los rayos ultravioleta. Están justo por debajo de la nieve, a una profundidad tal que pueden al mismo tiempo aprovechar la luz solar y establecerse a una temperatura no tan fría como la de la superficie, siempre expuesta a la deshidratación y al frío; poseen flagelos que les permiten ubicarse a la profundidad adecuada. De todos modos poseen una sustancia que disminuye el punto de congelación en varios grados.
Existe también una nieve negra, esta vez albergando muchos insectos y gusanos primitivos adaptados al frío: lepismas, saltarines y grilloblátidos: también poseen sustancias anticongelantes: se alimentan de polen y de cadáveres de insectos transportados desde el valle; están tan adaptados al frío que si se los toma con la mano, elevando su temperatura, mueren. Crecen y se reproducen muy lentamente, son ápteros (sin alas) porque no tienen la suficiente energía como para batir sus alas; en vez de ello han inventado un sistema de tranca que les permite saltar cuando se avecina un peligro.
Justo por debajo de la nieve, la vegetación es más variada, aunque también de crecimiento lento: claveles de monte, saxífragas, gencianas y musgos, todas acurrucadas y formando cojines para protegerse del frío. La mayoría tiene raíces muy largas, que le aseguran la suficiente firmeza para sobrevivir al viento. Demoran a veces una década en reunir la suficiente energía como para florecer. Más abajo pueden crecer lobelias y senecios, plantas altas de las alturas ecuatoriales que con sus hojas muertas que no botan protegen su tallo del viento y el frío.
VicuñasEn estas zonas, más abundantes en vegetación, ya empezamos a encontrar algunas especies animales tentadas por el alimento: damanes y chinchillas, del tamaño de un conejo, parecidas en forma y costumbres pero emparentadas con especies distintas, la primera con los elefantes y la segunda con los roedores, viven en las alturas ecuatoriales de África y América respectivamente. También aparecen animales más grandes como las vicuñas, que se protege del frío con su grueso vellón, pero que no cubre todo su cuerpo (deja partes desnudas como las axilas) para darle la posibilidad de enfriarse cuando haga falta.

miércoles, 11 de abril de 2012

clasificacion de un bioma

Aunque el concepto de bioma está ligado, desde que surgió, a los grandes paisajes vegetales y a las distintas zonas climáticas que se extienden por los continentes, hoy en día muchos ecólogos consideran también biomas a los diferentes medios ambientes marinos (mar abierto, región litoral, fondos marinos, estuarios,..). Desde este punto de vista los biomas se podrían considerar como las mayores regiones o unidades ecológicas en que podemos dividir la biosfera (capa superficial de la Tierra donde se desarrolla la vida) y habría dos grandes grupos de biomas, los terrestres y los marinos. En otras clasificaciones también se consideran biomas a los ecosistemas de las aguas continentales (lagos, ríos, humedales,..), aunque normalmente estas comunidades de agua dulce se consideran incluidas en los biomas terrestres. Otros autores, sin embargo, sólo consideran biomas a los biomas terrestres, por lo que todavía es habitual encontrar la denominación “biomas” para referirse solamente a los biomas terrestres.

un bioma

Un bioma (del griego «bios», vida), también llamado paisaje bioclimático o área biótica (y que no debe confundirse con una ecozona o una ecorregión), es una determinada parte del planeta que comparte clima, vegetación y fauna. Un bioma es el conjunto de ecosistemas característicos de una zona biogeográfica que es nombrado a partir de la vegetación y de las especies animales que predominan en él y son las adecuadas. Es la expresión de las condiciones ecológicas del lugar en el plano regional o continental: el clima induce el suelo y ambos inducen las condiciones ecológicas a las que responderán las comunidades de plantas y animales del bioma en cuestión.
En función de la latitud, la temperatura y las precipitaciones, en definitiva, de las características básicas del clima, se puede dividir la tierra en zonas de características semejantes; en cada una de esas zonas se desarrolla una vegetación (fitocenosis) y una fauna (zoocenosis) que cuando son parecidas, definen un bioma, que comprende las nociones de comunidad y la interacción entre suelo, plantas y animales.
Hay diferentes sistemas de clasificación de biomas, que suelen dividir la tierra en tres grandes grupos —biomas terrestres, biomas de agua dulce y biomas marinos—, con un número no demasiado grande de biomas. A escala planetaria, la selva tropical densa, la sabana, la estepa, los bosques templados caducifolios o mixtos y la tundra, son los grandes biomas que caracterizan la biosfera y que tienen un reparto zonal, es decir, que no superan ciertos valores latitudinales. A escala regional o continental, los biomas pueden ser difíciles de definir, en parte porque existen diferentes patrones y también porque sus fronteras pueden ser difusas (véase el concepto de ecotono).

el ecosistema




El ecosistema es el conjunto de especies de un área determinada que interactúan entre ellas y con su ambiente abiótico; mediante procesos como la depredación, el parasitismo, la competencia y la simbiosis, y con su ambiente al desintegrarse y volver a ser parte del ciclo de energía y de nutrientes. Las especies del ecosistema, incluyendo bacterias, hongos, plantas y animales dependen unas de otras. Las relaciones entre las especies y su medio, resultan en el flujo de materia y energía del ecosistema.

El significado del concepto de ecosistema ha evolucionado desde su origen. El término acuñado en los años 1930s, se adscribe a los botánicos ingleses Roy Clapham (1904-1990) y Sir Arthur Tansley (1871-1955). En un principio se aplicó a unidades de diversas escalas espaciales, desde un pedazo de tronco degradado, un charco, una región o la biosfera entera del planeta, siempre y cuando en ellas pudieran existir organismos, ambiente físico e interacciones.  


Más recientemente, se le ha dado un énfasis geográfico y se ha hecho análogo a las formaciones o tipos de vegetación; por ejemplo, matorral, bosque de pinos, pastizal, etc. Esta simplificación ignora el hecho de que los límites de algunos tipos de vegetación son discretos, mientras que los límites de los ecosistemas no lo son. A las zonas de transición entre ecosistemas se les conoce como “ecotonos”.